Sin duda, este es uno de los peores momentos de la historia. Una pandemia está arrasándolo todo a escala global. Sacudiendo nuestras creencias, nuestros modelos de vida, nuestras economías, nuestras relaciones… Y requiriendo un esfuerzo titánico por parte de todos.
Pero también es un buen momento.
El mejor, probablemente, para repensar muchas cosas.
Y para tomar decisiones.
Es el momento de tomar decisiones que han de cambiar nuestro futuro.
Y renacer.
Levantamos la persiana en el peor momento. ¿Es de locos salir ahora?, nos preguntábamos.
Hoy, quizá parece de locos, pero nosotros construimos para mañana. Porque lo nuestro es una carrera de largo recorrido. De largo plazo. ¿No es esa la vocación con la que debería nacer una empresa?
Porque no hay otra opción.
Construir largo plazo para nuestros clientes como única forma de construir largo plazo para nosotros. Construir valor para nuestros clientes como única forma de construir valor para nosotros.
Con independencia. Con tu propio dinero. Con tus propias decisiones. Como hacen cada día miles de pequeños y grandes empresarios con sus negocios.
Con la convicción de que se deben hacer las cosas de forma diferente.
Pero con un arma muy poderosa para conseguirlo.
La creatividad.
Creatividad en la forma de pensar, en la forma de trabajar, en la forma de abordar problemas, en la forma de encontrar soluciones y en la forma de aplicarlas.
Creatividad allí donde el negocio la necesite. Porque no todo lo arregla un anuncio, y porque a veces un anuncio lo arregla todo.
Con la profunda convicción de que solo con creatividad, haciendo las cosas diferentes, tienes una oportunidad de alargar unos días más ese largo plazo.
Hemos levantado la persiana para ayudar a que muchas otros no la bajen.
Convencidos de que este es el peor mejor momento de la historia.
Nuestro objetivo es aumentar el valor de los negocio. Dotarlo de una mejor posición para hacer frente a mercados cada vez más competitivos y entornos cada vez más complejos. Aplicando creatividad donde se necesite.